En el 2019, y por tercer año consecutivo, las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero volvieron a aumentar y se situaron en un máximo histórico.
Según el reporte anual sobre la brecha de emisiones, a pesar de que la crisis del COVID19 ralentizó temporalmente la emisión de dióxido de carbono a la atmósfera en 2020, el mundo todavía está en camino a un aumento catastrófico de temperatura superior a los 3 grados centígrados sobre los niveles preindustriales para este siglo.
Algunas de las políticas de reducción de emisiones son las inversiones en desarrollo de fuentes de:
Energías renovables
Cambio a combustibles más limpios
Mejoras en la eficiencia de los procesos de combustión
Modificar las tendencias de consumo a través de la educación ambiental